El Museo Nacional de Artes Decorativas está inmerso en un proceso de redefinición de su identidad hacia un "Museo del Diseño". El concepto engloba por un lado el propósito de enfocarse al diseño contemporáneo y establecer lazos y colaboraciones con el sector del diseño en su concepción más genérica (gráfico, de producto, de moda, de muebles e interiores, de espacios, de joyas, etc ...), y por otro, el ambicioso objetivo que es el lema del museo: "Diseñar nuestro entorno", es decir, contribuir a mejorar la sociedad. Bajo esta misión, el museo quiere transformarse en un foro de encuentro y colaboración entre las diversas instancias, entre lo público (el propio museo), la sociedad civil (la ciudadanía), el sector privado (las empresas y emprendedores del sector del diseño) y el sector no lucrativo (asociaciones y colectivos). El equipo del museo tenía muy claro que este programa no podía hacerse solo desde la Institución, sino que requería de alianzas con diversos agentes externos que aportaran su visión, experiencia y conocimientos. Y que el papel del museo debía ser el de escucha atenta y de propiciar la conversación.
Con la colaboración de la Asociación AIDI se puso en marcha la primera fase del proceso, el DISEÑATÓN MNAD, en el que se sentaron las bases de un trabajo colaborativo, convocando a personas ajenas al entorno del museo para empezar a pensar conjuntamente en su futuro. Esta primera fase llevó a LA BATIDORA, que nace gracias a la alianza entre el museo, dos asociaciones AIDI y AMECUM, el grupo Transferencias.design y una fundación privada, la Fundación Carasso. Pero la alianza se extiende no sólo a “profesionales” sino a personas usuarias o potencialmente usuarias del museo que están invitadas a ser parte integrante y protagonistas de todo el proceso.
La Batidora es el Laboratorio de Transformación del Museo, un proceso abierto con una duración prevista de dos años, en el que mediante una convocatoria abierta permanente va incorporando a personas, colectivos y organizaciones en este entorno de experimentación, en el que cada una de las partes aportan su experiencia, recursos y redes. Con ello, no sólo se va a trabajar en la redefinición del museo sino que al mismo tiempo se quiere abrir el museo a la sociedad, darlo a conocer, ampliar sus redes de contacto desde una perspectiva transversal y con el objetivo de contribuir a hacer un entorno más justo, pacífico, inclusivo, sostenible, igualitario. Todo el proceso se basa pues en transformar el museo para transformar nuestro entorno. Se han definido unos “valores clave” que deben guiar las diversas propuestas. Estos están alineados con los ODS:
- Consumo responsable - ODS 12
- Cuidado de la salud mental - ODS 3
- Participación ciudadana -ODS 4 y 11
- Accesibilidad universal – ODS 4, 10 y 11
- Activismo climático – ODS 13, 14 y 15
- Atención a la diversidad – ODS 10
- Mediación tecnológica – ODS 9
- Narrativa no eurocentrista – ODS 10
- Lucha contra la precariedad – ODS 8 y 10
- Perspectiva de género – ODS 5
Este objetivo de transformar el entorno a través de la transformación del museo como foro de encuentro y reflexión crítica, es uno de los elementos clave de la alianza y de cómo está concebido todo el proceso, que posibilita un entorno abierto y colaborativo, al que pueden ir sumándose iniciativas, propuestas y personas, que garantizan su sostenibilidad. Idealmente, esta experiencia puede considerarse una experiencia piloto alineada con los ODS, que puede replicarse en otros museos estatales, y de ahí a otros ámbitos del Ministerio de Cultura y Deporte.
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